Estamos sendo lembrados de que somos tão vulneráveis que, se cortarem nosso ar por alguns minutos, a gente morre. - Ailton Krenak
ISSN 1678-0701 · Volume XXI, Número 86 · Março-Maio/2024
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Educação
19/09/2003 (Nº 4) Sintonía, Sensibilización y Conciencia
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“Semillas para la Vida”

Educación desde la Esencia

                        Voces de la Tierra – 2ª parte

Sintonía, Sensibilización y Conciencia

 

“…Si yo pudiera  hablarte de esencia a esencia, desde dentro, siendo tú, y tú siendo yo como una sola cosa…”

(de “Vívete”, Cayetano Arroyo)

La Vida nos vincula a unos con otros; nos comunica; es un ir y venir de mensajes que nos acercan, nos integran y a veces nos alejan.

El Dar y el Recibir es constante.  El movimiento de las energías es continuo. El Universo pulsa sin detenerse y nosotros percibimos sus pulsaciones. Nuestros ritmos acompasan al  Gran Ritmo

Pero a veces, esa sintonía con el Gran Ritmo se quiebra ¿Qué hacemos para que se interrumpa? ¿Es que acaso nos distraemos,? ¿Dejamos de estar atentos? Seguramente –en ese momento- alguna información escapa de nuestra atención.

Formamos parte de un sistema de relaciones que naturalmente tiene un Orden Perfecto y todo lo que hacemos lo afecta y modifica, seamos o no conscientes de ello.

Imaginemos por un momento que estamos sentados frente a un lago; sus aguas están en reposo casi absoluto; parece un espejo. Permanecemos silenciosos, quietos; sólo observamos y escuchamos con atención. Comenzaremos a sentir que somos parte de todo aquello.

En un gesto distraído tomamos una piedra pequeña y la lanzamos al agua. Ahora el lago está lleno de ondas, el reflejo de lo que hay en sus orillas se ha modificado; cambiaron los sonidos, tal vez la luz, nuestros sentimientos.

Alteramos el orden preexistente más allá de nuestra intención y pasarán unos cuantos minutos hasta que todo vuelva al equilibrio previo.  

Así, en lo cotidiano, el hombre altera el Medio Ambiente Natural -en mayor o menor medida- y pueden pasar muchos años hasta que la naturaleza recupere su equilibrio originario, sin contar aquellas ocasiones en que el daño resulta irreversible.

Es necesario Comprender para relacionarnos saludablemente con la Naturaleza  y hacer uso de lo que ella nos brinda sin agotarla. Es preciso que logremos una comunicación profunda entre ella y nosotros, que hagamos una traducción fiel de sus propios códigos y podamos escuchar su voz con el corazón.

 

Lo que a ella le ocurra también, nos ocurrirá a nosotros.

 

Todos podemos reconocernos en cada partícula del Universo y descubrir el sentido de la UNIDAD. Somos la fruta que comemos, el agua que nos moja. Somos el sol que nos calienta, el viento que nos acaricia, el trueno que vibra en nuestros oídos.  Podemos ser el cachorro que clama por su alimento; una piedra del camino, un grano de arena o la ola del mar. Somos UNO con todo lo Creado.

 

Preguntar, indagar, observar, experimentar y comprender.

Antes de iniciar cualquier experiencia de sensibilización y comunicación profunda es necesario crear un ámbito confortable y armonioso para facilitar la magia del encuentro con uno mismo y con la Totalidad.

Experiencias

“Soy Uno con el Universo”

Esta es una propuesta para experimentar la Unidad desde la Comprensión profunda de los reinos de la Naturaleza. Es una actividad para grupos; las vivencias individuales enriquecerán a todos.

Realizaremos un paseo por cada uno de los reinos:

Mineral, Vegetal, Animal-Humano y buscaremos lograr la más profunda identificación posible. El trabajo de búsqueda se hará minuciosamente procurando llegar hasta el más mínimo detalle para que los sentidos se expandan al máximo.

Cada participante elegirá ser -por unos minutos- un elemento de ese reino. Sentirá, observará con esos ojos hacia adentro y hacia fuera;  se moverá o no. Por un momento será el Otro. Recordará su origen, lugares y entornos anteriores al instante de la experiencia y se vinculará con el ser humano haciéndole un pedido especial desde esa identidad.

Esta práctica la repetirá con un elemento de cada reino.

Finalmente, el grupo compartirá el pedido hecho por cada uno al ser humano y se podrá registrar a modo de un Manifiesto por los Derechos de la Naturaleza.

*(ver nota al pie)

* Esta propuesta la compartí en unas jornadas de capacitación, con docentes y alumnos de todos los niveles, cuando trabajamos los vínculos con el Medio Ambiente  Natural y Cultural. Fue una experiencia que generó la expansión de la conciencia sobre este tema.

Y del grupo surgieron expresiones como éstas:

 

“Soy el río y te pido, hombre, que no contamines mis aguas”

“Soy la  sierra y te pido, hombre, que no dinamites mis entrañas”

“Soy el aire que te rodea, y te pido, hombre, que no me llenes de humo”

 

Muchas veces dañamos nuestro entorno natural. ¿Cómo lo hacemos? ¿Aparecen señales de las consecuencias que genera? ¿Cuáles?

¿Somos capaces de comprender realmente esas señales o avisos? ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo facilitar el camino de aprendizaje de los códigos de la Naturaleza y lograr comunicarnos de Esencia a Esencia con ella?

Sensibilizarnos, expandir la capacidad de nuestros sentidos, aquietar nuestra mente racional prepararán el terreno para lograrlo.

Comprender nos acerca, nos une, nos integra, nos enriquece.

Comprender nos permite amar, respetar. Si comprendemos podemos cuidar mejor de nosotros mismos, de los otros y del medio ambiente.

Para comprender tenemos que aprender a observar y escuchar conscientemente. Comprender nos permite darnos cuenta a cada instante del significado de los mensajes que los sentidos ponen a nuestro alcance.

Comunicarnos de Esencia a Esencia es un camino para despejar interferencias; es un modo de comprender profundamente a los demás y de lograr la sintonía.

 De esta manera, los vínculos se transforman y se consolidan; van de lo físico a lo intangible hasta llegar a la Esencia de cada uno.

EXPERIENCIAS DE SENSIBILIZACIÓN

*Vinculándonos con la  Naturaleza:

Recorramos el  espacio con los ojos abiertos y en silencio; detengámonos frente a elementos de la naturaleza que nos inviten a darle atención; comencemos a sentir, a dialogar sin palabras; registremos nuestras sensaciones, emociones, pensamientos o palabras que acudan espontáneamente a nuestra conciencia.

Luego, cerremos los ojos y sólo dejemos que nuestra sensibilidad se expanda al máximo. Observemos y registremos lo que ocurre en nuestro interior.

* Expandamos nuestros sentidos

Cada etapa de este ejercicio comenzará con una relajación profunda y respirando conscientemente. Aquietaremos la mente, los pensamientos, las emociones para generar un espacio interior apropiado para la experiencia profunda.

Exploraremos un sentido por vez con registros directos y evocativos.

OLFATO

a)     Llevaremos nuestra atención a los aromas del ambiente que nos rodea

b)    Evocaremos olores y perfumes: Por ejemplo, agradables, desagradables, de alguien cercano afectivamente, de alguien simplemente conocido, aromas de la primavera, del verano, del otoño, del invierno, aromas del amanecer, del mediodía, del atardecer; aromas de la infancia, de la adolescencia, de la juventud; aromas de animales, de plantas, aromas previos a una lluvia.

c)      Recorreremos el ambiente con ojos cerrados (también puede hacerse en una sala o un aula) haciendo sólo reconocimiento de aromas, olores o perfumes de plantas, de objetos, del piso, las paredes, etc. Construiremos mentalmente un mundo de aromas, creando imágenes, reconociendo usos de las cosas que identificamos a través de su aroma.

GUSTO

a)     Evocaremos sabores hasta poder percibirlos profundamente; los localizaremos en sectores linguales e identificaremos nuestras reacciones personales en relación con cada uno (ácido, salado, amargo, dulce, picante; mezclados de a pares).

Haremos registro de las reacciones localizadas frente al estímulo aromático y dejaremos que se expanda por todo el cuerpo. Observaremos conscientemente qué ocurre, qué sentimos, qué imágenes asociamos a eso, si detonan recuerdos.

VISTA

a)       Evocaremos los colores del arco-iris; haremos un paseo por cada color, deteniéndose en cada uno de ellos. Registraremos sensaciones, reacciones, sentimientos, emociones, imágenes que luego, en silencio, guardaremos por escrito.

b)      Haremos un experiencia con la percepción de los colores a través del tacto: con los ojos cerrados, colocaremos sobre una hoja blanca, un papel de color rojo o azul o amarillo y con la palma de nuestra mano procuraremos sentir el color y registrar su imagen. Sin abrir los ojos recordaremos lo que percibimos. Esta exploración la reiteraremos con otros colores, manteniendo los ojos cerrados.  Y veamos qué ocurre.

      Luego, haremos el  registro  por escrito.

TACTO:

Con los ojos cerrados recorreremos con las manos diferentes superficies y  haremos un reconocimiento de objetos. Llevaremos un registro de nuestras  emociones, sensaciones,  imágenes, pensamientos, asociaciones con recuerdos.

En todas las experiencias descritas, el cierre lo haremos en silencio, conservando nuestra quietud y completando con un registro escrito de nuestras vivencias y reflexiones. Podemos abrir un espacio para compartir con los demás.

Comunicándonos desde la Esencia

 

*Lenguajes sin palabras:

Nos sentaremos en círculo con  los ojos cerrados. Cada uno tendrá en sus manos un objeto para extraer información lo más minuciosa posible, usando  sólo los sentidos del tacto, el olfato, el gusto y el oído, manteniendo en todo momento los ojos cerrados. Los objetos incluirán elementos de la naturaleza (hojas, plantas, piedras, animales marinos, semillas, frutos...) y objetos culturales (lentes, moldes, instrumentos de precisión...).

Un coordinador será el encargado de dar y cambiar esos objetos a cada uno, sosteniendo la consigna de “ojos cerrados”.

Con cada cambio haremos el registro escrito para guardar la información obtenida.

Durante la práctica nos iremos haciendo preguntas acerca de su procedencia, su historia, sus características, su finalidad y cualquier otros datos  que enriquezcan y faciliten su identificación. De esta manera nuestro vínculo con ese objeto –cualquiera sea su origen o procedencia- será más profundo.

Haremos una síntesis de la experiencia completa y guardaremos un registro que nos permita seguir indagando, buscando respuestas y completando nuestros aprendizajes de vida.

 

“… El sabio sabe que

todo cuanto ve afuera

existe de alguna forma

en su interior.

Y descubre

Qué función ocupa

Una mariposa

O un río

O las montañas

O un pajarillo

U otro hombre.

El sabio sabe que todo es un espejo

Donde ve partes de sí mismo.

Por ello no desperdicia la ocasión

De mirarse en cada cosa

Con la que lo relaciona la Vida.

Nunca dice: Aquél..

Sino: Yo en Aquel…”

(del libro “Más allá de mí mismo también soy yo” de Cayetano Arroyo)

Observar con atención la Vida que nos rodea puede ser un camino para darnos cuenta, comprender y expandir nuestra conciencia.

 

Lic. Mónica Shocron

e-mail: semillasparalavida@hotmail.com

 

Ilustrações: Silvana Santos