Estamos sendo lembrados de que somos tão vulneráveis que, se cortarem nosso ar por alguns minutos, a gente morre. - Ailton Krenak
ISSN 1678-0701 · Volume XXI, Número 86 · Março-Maio/2024
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Educação
13/03/2010 (Nº 31) "A la LUZ de la VIDA"
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Frase: "Você nunca sabe que resultados virão da sua ação

Semillas para la Vida

Una propuesta educativa, una elección de vida

A la LUZ de la VIDA”

Acompañando los procesos planetarios y

Preparándonos para los cambios”


Terremotos, tsunamis, tempestades… La Tierra tiembla, se sacude, se agita... y nosotros, también lo hacemos con ella.

La Tierra es nuestro espejo


Acompañemos los procesos plantarios libres de temor


Cuando escucho el canto de los pájaros y escucho la música que viene del río, cuando contemplo la palpitante belleza de las flores que embellecen el jardín y veo cómo cada estación se pasea de una forma distinta por él, cuando huelo el perfume profundo de las sierras y las cañadas……….. cuando me siento contemplándome en esta contemplación y viéndome en todas esas cosas, mi espíritu no acierta a desvestirse de ellas y a pensar, ni por un momento, que algún día se vayan del paisaje y dejen solo al hombre.”

(“En la Imaginación” - Cayetano Arroyo)


Nuestro planeta es un ser vivo, como nosotr@s, como todos los seres que habitamos en él; nos influimos mutuamente, nos parecemos, nos espejamos. Cada sacudida de las profundidades planetarias, cada vez que se conmueve la tierra, cada ola del mar que se agita, cada ráfaga de viento que recorre el espacio, cada lluvia que cae dondequiera que sea nos igualan por analogía. Son nuestros estados internos, nuestros movimientos corporales, nuestra fisiología, nuestros enojos y emociones fluctuantes, nuestras vulnerabilidades y sentimientos profundos que se reflejan en toda la naturaleza.


Todos estamos vinculados en esta gran trama planetaria y cósmica, flexible, pulsante, viva y en constante transformación. Querer detener el moviendo sería ir en sentido contrario a la vida.


Los factores externos nos conmueven, nos activan, nos agitan, generan torbellinos de ideas e imágenes en nuestra mente y un movimiento continuo de sensaciones y emociones. Y ante ellos, muchas veces salimos en la búsqueda de estados ideales que detengan el movimiento, para no pensar, para no sentir y en realidad, logramos algo así como una anestesia frente al dolor o un sedante frente a la inquietud; pero esos estados creados en nuestra mente pierden coherencia dentro del contexto vital.



*Comprender los procesos para poder acompañarlos

*Preparar nuestro ser para adaptarnos

a los cambios planetarios


Nuestro papel es activo; los acontecimientos externos son nuestro estímulo para la acción.

Tal vez, parezca difícil asumir una actitud serena frente a experiencias que sacuden todas las estructuras conocidas, que las quiebran; frente a situaciones que aparentan estar vinculadas a la oscuridad y sobrepasan nuestra capacidad de contención y comprensión.

Lo que sucede es que no descubrimos la luz que también hay en ellas. Entonces, si logramos hacerlo, mantener la calma y actuar puede resultar más fácil de lo que imaginamos. Manos a la obra!!! Es decir, pongámonos en acción!!!


Nuestra primera acción es organizarnos internamente


Diagramemos una secuencia de acciones para despertar nuestros procesos evolutivos. Hagámonos cargo

de nuestra transformación


*Observar sosteniendo el amor en el corazón: Es decir, observemos desde el centro de nuestra conciencia, con una actitud vinculada al amor incondicional, libre de resentimientos, prejuicios y preconceptos.

*Aprender a Sintonizarnos y sostener esa sintonía: Sintonizarnos es entrar en consonancia, en comunión. Entrar en sintonía es encontrar nuestro centro de luz y generar armonía, primero hacia adentro (recomponiendo nuestra unidad cuerpo-emociones-mente-espíritu) y luego hacia fuera, con nuestro entorno. Sostenerla, es buscar permanentemente nuestro centro cada vez que lo perdemos, aquietando el cuerpo, la mente y las emociones, hasta armonizar nuestro pulso y la respiración. Cuanto más repitamos conscientemente esta práctica, más rápidamente se incorporará en nuestra actitud cotidiana, mejorando nuestro modo de vincularnos y perfeccionando nuestra habilidad para tomar decisiones y actuar.

*Generar el hábito de Preguntarnos internamente: Aprender a preguntarnos profundamente conectad@s con nuestro centro de luz nos lleva a Respondernos sinceramente, activando nuestra conciencia testigo como guía maestra y dinamizando nuestra transformación en sintonía con todo, conscientes de ser parte de un todo mayor.

*Transmutar viejos patrones de pensamientos que produzcan estancamientos en nuestro proceso evolutivo: Guardamos estructuras mentales (sistemas de creencias) que nos vinculan con una visión de la vida que ha quedado fuera del tiempo o fuera de contexto. Ellas frenan nuestra evolución porque generan “artrosis” en nuestros pensamientos, en nuestra voluntad, en nuestra capacidad para adaptarnos a las necesidades de cambios y nos impiden ponernos en acción.

*Transformarnos ampliando el campo de nuestra conciencia: Cuando soltamos las amarras de las viejas estructuras, resulta más fácil sostener activa la conciencia testigo y la verdadera transformación personal comienza. Nuestra capacidad para comprender los procesos de la vida y la trama que vamos tejiendo entre todos, se profundiza y agiliza y nuestra conciencia se expande cada vez más.

*Acompasar los cambios planetarios conectados con nuestro centro de luz: Nuestra sensibilidad va en aumento día a día; todo cuanto acontece con el planeta lo detectan nuestro cuerpo físico, nuestro campo emocional y nuestra mente. Tal vez, nuestra conciencia sobre esto fluctúa, es decir, a veces nos damos cuenta y a veces, no. Quizás, aún resulte dificultoso comprender sus efectos, su amplitud, su sentido, su “para qué”, pero de lo que sí tenemos certeza, es que los cambios planetarios están ocurriendo y es necesario cambiar, para acompasarlos y sostener la coherencia de la Gran Unidad.


¿Cómo iniciar nuestros cambios profundos

para acompañar esta etapa de la transformación planetaria?


Generando algunos hábitos, tales como…

*Hacer más silencio en nuestra vida cotidiana para aprender a escuchar, a percibir y entrar en comunión

*Afinar el uso de nuestros sentidos físicos para sintonizarnos mejor con el mundo planetario

*Profundizar el uso de nuestra percepción para desarrollar el conocimiento intuitivo

*Aumentar nuestra Presencia, es decir aprender a estar en el aquí y ahora de un modo más continuo y consciente, hasta que se transforme en una actitud natural y espontánea, generando profunda confianza en los procesos de la vida.

*Habituarnos al uso cotidiano de nuestra guía interna para las acciones diarias y los grandes proyectos de vida, fortaleciendo la libertad de ser.

*Sostener pequeñas coherencias cotidianas hasta alcanzar estados de profunda coherencia (entre el sentir, pensar y actuar). De este modo recompondremos nuestro todo partido (cuerpo-mente-emociones-espíritu) y experimentaremos la conciencia de Unidad.

*Habituarnos a DAR antes de pedir

*Focalizar nuestra atención en los aspectos positivos de las situaciones de vida, las relaciones, etc. en lugar de anclarnos en sus aspectos negativos, como los obstáculos, errores, carencias…

*Incrementar en nuestro día a día, la actividad creativa/artística porque ella nos conecta profundamente con nuestra luz esencial y nos permite expresar la voz del alma. Así, también generamos espacios de silencio que facilitan la conexión con nuestro sentir profundo y nos permiten entrar en comunión con el entorno de un modo habitual, espontáneo y consciente.


Algunos viejos patrones de conductas para dejar partir:

*Tendencia a juzgar y criticar a otros: Esto permitirá que la verdadera esencia que subyace en cada ser se manifieste y se muestre libremente generando experiencias de paz.

*Apego a los protagonismos: porque nos volvemos dependientes de la aprobación y el reconocimiento de nuestras acciones, nos alejamos de nuestra esencia amorosa y luminosa y perdemos la posibilidad de experimentar la libertad de ser.

*Tendencia a permanecer en el “ruido” y en lo externo: Es esa tentación a dar mayor atención a lo que otros dicen o hacen en lugar de escuchar nuestra guía interna y ser los protagonistas de nuestra vida.


Aprender haciendo:

*Aprender dentro de la cosmovisión circular: el círculo simboliza la totalidad; cuando hacemos un círculo, todos somos indispensables para sostener su integridad; en él podemos experimentar el liderzazo rotativo y desapegarnos del protagonismo. En el círculo no hay jerarquías porque todos estamos equidistantes del centro. En el círculo se manifiestan el apoyo mutuo, la responsabilidad y la unidad en la diversidad.

*Integrar en lugar de desechar: todo lo que existió, posibilita el presente; y todo lo del presente posibilita el futuro. Por ejemplo, la tecnología se vuelve sustentable si al usarla somos libres pero pierde su sentido evolutivo, cuando al hacerlo, nos volvemos sus esclavos.

*Aprender a irradiar lo que somos en esencia: lo más importante que podemos ofrecer al planeta y a todos los seres en la Tierra es nuestra luz esencial y lo logramos abriendo el corazón incondicionalmente.

*Conectarnos con la música del universo y sus acordes armónicos sintonizándonos a través de nuestra melodía personal: todos tenemos una identidad sonora que nos hace únicos e irrepetibles; esa identidad se une a otras generando infinitas melodías armoniosas.

*Darnos cuenta que sólo hemos de actuar cuando estamos listos: procurar acción en lugar de reacción

*Contemplar el sol y meditar con él para comprender nuestra esencia solar: esta práctica cotidiana nos permitirá descubrir y experimentar estados de absoluta armonía y luminosidad.




Precisamos entrenarnos diariamente para llevar a cabo nuestra propia transformación y la de la gran familia humana, planetaria y cósmica pero teniendo siempre presente esta triple identidad y la conciencia de unidad. Porque todo tiene que ver con todo.


Lic. Esther Mónica Shocron B.

alaluzdelavida@gmail.com

semillasparalavida@yahoo.com.ar











Ilustrações: Silvana Santos