Estamos sendo lembrados de que somos tão vulneráveis que, se cortarem nosso ar por alguns minutos, a gente morre. - Ailton Krenak
ISSN 1678-0701 · Volume XXI, Número 86 · Março-Maio/2024
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Educação
15/12/2015 (Nº 54) "COMO ES ADENTRO ES AFUERA"
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Mandala: “Todas las manos, todas” (E. Mónica Shocron B.)

Frase inspiradora: “Só uma sociedade bem informada à respeito da riqueza, do valor e da importância da biodiversidade é capaz de preservá-la” (Washington Novaes).

 

“Como es adentro es afuera”

En nuestro “huerto interior” las palabras y los pensamientos, son semillas; las actitudes son brotes y las acciones, las flores y los frutos. Y es por eso que, como “es” adentro “será” afuera y lo que cultivemos en nuestro “huerto interior” será lo que propicie los cultivos del “huerto exterior”.

 

Reflexiones urgentes

Los acontecimientos de estos tiempos en el mundo humano-planetario, están marcando nuestra necesidad de hacer viajes silenciosos hacia adentro con más frecuencia e incluir, en nuestras  rutinas diarias, esos espacios personales que nos dan la oportunidad de descubrir verdades vitales, que nos brinden sabiduría, iluminen nuestros vínculos, faciliten y sanen nuestra convivencia humano-planetaria.

 

Vivimos una efervescencia desmedida en las relaciones interpersonales que se reflejan en todo lo que nos rodea:

*aumento de la impaciencia, la intolerancia y la agresividad

*descalificación de visiones difieren con las propias

*inconformidad y reclamos permanentes (sin comprender ni asumir las propias responsabilidades)

*generación de caos…

 

Pareciera como si las partes del todo estuvieran danzando por el espacio desordenadamente, perdiendo su conexión íntima y su sentido de la armonía.

Presiento que es como la luz amarilla del semáforo: un llamado de atención que nos está pidiendo una pausa, para observar y escuchar con total y absoluta conciencia, nuestra voz interna, nuestra voz externa y simultáneamente, las voces de otros seres.  

 

Estos tiempos con tanto movimiento en búsqueda de vivir mejor, en realidad, nos están pidiendo tomar conciencia de la calidad de nuestras actitudes, de nuestras palabras y expresiones, nuestras acciones  y proyecciones, como punto de partida del cambio, antes de señalar y juzgar severamente a otras personas.

 

¿Qué significa esto? En primer lugar, lo que estamos observando afuera está íntimamente vinculado con lo que sucede en nuestro mundo interno, en nuestro orden personal. Nuestro caos o nuestro orden se reflejan afuera y, por lo tanto, para transformar el exterior, primero es necesario trabajar adentro y, para hacerlo, tenemos una diversidad de alternativas y recursos a nuestro alcance.

 

Muchas veces, a lo largo de estos años, hemos compartido inspiraciones  para aprender a organizar prácticas y rutinas tendientes a desarrollar nuestra capacidad “senso-perceptiva”, nuestra habilidad para una comunicación sutil y consciente, para generar vínculos fluidos, profundos y amorosos tanto con el planeta y como con los demás seres.

 

Ahora, llegan otras inspiraciones que las renuevan, las complementan, las enriquecen y actualizan.

 

Podemos desandar los caminos recorridos sólo para ayudarnos a recordar… Entonces, encontraremos una gran riqueza de información que merece renovar nuestra atención, para que esos conocimientos ya adquiridos, puedan transformarse en sabiduría cotidiana.

 

Necesitamos abrir nuestra mente para ver claro y corregir errores que

-aunque ya produjeron sus efectos- nos están dando la oportunidad de aprender de ellos, de transformar y construir o re-construir… porque ahora, nos toca recomponer las partes y reorganizarlas en un todo armonioso con sabiduría, logrando reunir todo aquello que se dispersó caóticamente.

 

Para recomponer el todo partido, nuestra mirada necesita “hacer foco”. ¿Cómo?

*Actualizando nuestra visión

*Recalibrando la información y los conocimientos

*Evaluando y recalibrando nuestras acciones

*Fortaleciendo nuestra sensibilización

*Desarrollando la percepción

*Despertando nuestro hábito de ser conscientes

*Convirtiendo los conocimientos en eslabones de sabiduría

*Compartiéndolos con otros para tejer juntos la red con la suficiente elasticidad para la expansión y transformación global

*Poniendo ritmo al cambio y al conocimiento ~evitando la apatía~ pero sabiendo cuándo avanzar y cuándo hacer pausas

 

Miradas y oídos del alma

Cuando miramos a nuestro alrededor y abrimos el corazón para conocer,  nos liberamos de interferencias, prejuicios y pre-conceptos y enriquecemos nuestra conciencia, incentivando el cultivo de nuestra sabiduría cotidiana.

 

La Naturaleza -dicen- es sabia!!! Y esa sabiduría puede mostrarnos el camino a seguir, proporcionándonos múltiples respuestas frente a la colección de preguntas, dudas y curiosidades que van apareciendo en nuestra mente, mientras “vivimos la vida”.

 

Pero nosotros somos los responsables de…

*enriquecer el vínculo entre naturaleza y ser humano

*mantener fluida y depurada la comunicación y el intercambio

De nosotros depende sostener la conciencia activa, abierta y receptiva para hacer de ella nuestro instrumento y captar el sentido profundo de nuestras experiencias. 

 

Para lograrlo, necesitamos:

*ejercitar la observación,

*desarrollar la atención y despertar nuestra acción consciente

*incentivar nuestra curiosidad para conocer

*impulsar pesquisas

*aprender a escuchar, sentir y percibir, expandiendo el campo sensorial

*sostener nuestra capacidad de asombro

*aprender a “separar la paja del trigo” (distinguir entre lo esencial y lo superfluo)

*impulsar el vuelo de ideas para inspirar sabiduría

Estos son -tal vez- pequeños paquetitos de sabiduría cotidiana.

 

“Palabras con corazón”… son las que se conectan con los sentimientos y anhelos del alma.

Las palabras “con corazón” vibran en el aire, gozan de libertad, llegan a los corazones de quienes las escuchan; son inspiradoras, poderosas… son las que pueden gestar acciones congruentes, compromisos activos, respeto por la diversidad; son las que pueden ayudar a transformar las conciencias y a veces, hasta pueden parecer mágicas!!!

 

A lo largo del camino, he aprendido muchas cosas; por ejemplo, que la mente es maravillosa y que, al igual que las palabras, tiene poder creativo.

 

Los pensamientos tienen una fuerza vital capaz de manifestar realidades; y ellas serán el reflejo del tipo de alimento con el que nosotros nutrimos nuestros pensamientos.

 

Las palabras navegan constantemente por los ríos de la mente… Hacen viajes solitarios, cortos o largos, con itinerarios ciertos o inciertos. Circulan, fluyen y hasta se ocultan -por momentos- ante los ojos y oídos de la conciencia. Las palabras tienen vida, fuerza, poder; tienen volumen, formas y tienen voz…

 

Pensaba en la vida… y me preguntaba ¿qué es? ¿podemos llamarla “sagrada biodiversidad” en acción? Muchas veces he buscado cómo definirla, cómo encontrar una sola imagen capaz de sintetizar todas las imágenes que la representan… Y he ido en busca de un instante de silencio para que me ayude a conectar con la sabiduría infinita. Entonces, evoqué miles de imágenes que comenzaron una danza libre en mi corazón, permitiéndome sentir que la vida pulsa a cada paso de mi camino, en cada rincón de mi alma, en cada pensamiento que aparece en mi mente… Que la vida es mucho más de lo que las palabras pueden describir, es un sentimiento profundo y esencial que vibra en cuerpo y en alma; que la conciencia capta traspasando las fronteras de la intelectualidad.

 

¿Será entonces que, simplemente por esto, podemos decir que es sagrada, que todas sus expresiones son sagradas? ¿Será que cada una de esas expresiones se manifiesta a través de su biodiversidad?

Entonces, me respondo que, como todo lo que es sagrado, merece cuidado, protección, respaldo, respeto, preservación.

 

Y aquí comenzamos un nuevo viaje… un recorrido por nuestra mente consciente, procurando encontrar gotas de sabiduría cotidiana que nos ayuden a comprender, valorar, asumir nuestra responsabilidad frente a la vida, como individuos y como sociedad.

 

Es el momento de ir al encuentro de esa fuerza creativa que nos asiste e  inspira; que anida en el corazón y cuya voz, se va transformando en palabras que vuelan hacia otros corazones, alimentando inspiraciones compartidas, para que entre todos, vayamos tejiendo la trama de una diversidad en armonía, nutridos por la sabiduría, permeando todos los rincones del ser individual y grupal, renovando la convivencia de la gran familia humano-planetaria a la luz de la biodiversidad.

 

“El valor de nuestra maravillosa diversidad” Nuestro primer paso es comprender por dónde comenzar…

Todo comienza en nuestro interior; dentro de cada uno de nosotros existe una chispa de luz capaz de hacerse visible ante nuestra conciencia y la de los demás.

 

Nuestra tarea es descubrir esa luz, es permitir que se expanda, que trascienda nuestra individualidad y se una a otras luces, encendiendo juntas una luz mayor que ilumine al mundo entero y ponga claridad en las zonas oscuras o de penumbras; que despierte la conciencia necesaria para que ella nos guíe en la preservación de la vida con su maravillosa diversidad.

 

Esa luz que habita en las profundidades de nuestro ser tiene su propia identidad y esa cualidad natural de la luz de expandirse, de traspasar fronteras yendo al encuentro de otras luces y manifestando una hermosa luminosidad, dentro de la cual resplandecen todas las luces, enriqueciéndola con sus cualidades individuales y abrazándonos a cada uno y a todos a la vez. Y nuestra conciencia, se nutre de esa luz para poner claridad en nuestro camino.

Nuestro planeta, un hogar para todos, en custodia de la gran familia humana

Nuestro planeta es apenas un lugar en el Universo, que desde hace millones de años, se ha transformado en nuestro hogar y está a nuestro cuidado. Y por eso, somos responsables de su preservación.

 

Somos co-habitantes de este “planeta azul”, aprendiendo el profundo significado de la “convivencia”; porque “convivir” es vivir con otros, y vivir con otros implica aprendizajes que nos llevan a la necesidad de ser seres conscientes activos, que respeten, comprendan, acepten la sagrada biodiversidad que nos abraza.

 

La convivencia es tal vez una llave para abrir las puertas de nuestra conciencia; para aprender a ver en lo que nos rodea, una parte de nosotros mismos.

 

Con-vivir nos ayuda a darnos cuenta que -dentro de la abundante diversidad- compartir nuestra visión personal, nuestro modo de ver las cosas, no nos da derecho a presumir ni descalificar a quienes tienen visiones diferentes. Porque con la descalificación perdemos todos, se producen desencuentros, se genera el caos… Porque es con la co-existencia de muchas miradas, que despertamos a la verdad, que comprendemos con mayor facilidad, que descubrimos y encontramos respuestas a nuestras preguntas.

 

Porque es en esa gran diversidad que trasciende lo humano y se extiende a la biodiversidad, que podemos acceder a nuevas inspiraciones y alternativas para transitar la vida, reconociendo a cada paso el sentido sagrado de su propia esencia y el de nuestra propia existencia humana y planetaria.

 

La vida en nuestro planeta…

¿Qué observamos cuando contemplamos la vida en el planeta? ¿Qué nos llama la atención? ¿Qué es lo que más nos conmueve? ¿Lo siente también nuestro cuerpo?

Hagamos un paseo, por cualquier rincón del mundo; viajemos libres con los ojos del alma bien abiertos, con el corazón desplegando su magnífica sensibilidad, con todos nuestros sentidos en estado de alerta. Observemos atentamente todo cuanto ocurre en la Madre Tierra, de modo que podamos guardar en nuestra memoria, en nuestra conciencia, toda la información que podamos rescatar y que nos brinda la oportunidad de abrir nuestra mente…

 

Recordemos…

Durante algunos años hemos venido ejercitando nuestra sensibilización, nuestra mirada atenta, nuestra escucha… Nos hemos propuesto aprender a percibir, a captar lo que parece invisible e imperceptible.

 

¿Estamos en condiciones de hacer un balance? ¿Somos capaces de ver el vaso “medio lleno”? ¿o el vaso “medio vacío”? ¿Cuál es nuestra actitud frente a este planteo?

 

Esta reflexión puede llevarnos a darnos cuenta, por ejemplo…

*del grado de desarrollo alcanzado por nuestra sensibilidad y capacidad de percepción

*cómo ha evolucionado nuestra responsabilidad ante los nuevos conocimientos

*si encontramos mayor sabiduría en nuestras acciones cotidianas

*si nos hemos vuelto más respetuosos de la biodiversidad

*si aprendimos el modo para acompañar los procesos de la vida con sabiduría… (Tengamos en cuenta que la sabiduría no se mide por el caudal de conocimientos o información,  sino por la aplicación coherente de ellos en lo cotidiano).

 

Algo más para tener en cuenta…

Muchas veces me pregunto acerca del nivel de conciencia que tengo y que tenemos todos los seres humanos, co-habitantes de este maravilloso “planeta azul”… Y me aparecen imágenes, sentimientos, reflexiones…

 

En diversas circunstancias, en diferentes rincones del mundo, descubrimos personas movidas por un desmedido apetito de poder, de poseer, de acumular… lo  cual va generando actitudes tales como egoísmo, soberbia, atropello, división, caos, destrucción.

 

La magia del orden y el ritmo armonioso

El orden y el ritmo armonioso están presentes en toda la naturaleza; son parte de la biodiversidad, de la vida, del Universo… y nuestro microcosmos, también necesita de ellos.

Rescatar orden y el ritmo armonioso puede ser para nosotros un nuevo desafío, una propuesta para descubrirnos en nuestras posibilidades de transformación y de vuelo de nuestra conciencia.

 

Despertemos nuestros sentidos como cuando abrimos los ojos en la mañana… Escuchemos con la profundidad de los oídos del alma… Dejemos que nuestras manos y nuestra piel aprendan a ir más allá de la percepción directa y que todos nuestros sentidos nos lleven de afuera hacia adentro, integrando cuerpo y alma, para conocer con cuerpo y corazón.

 

Porque nuestra mente conoce desde el intelecto, nuestro corazón siente, sabe y dice y cada vez que nuestra intelectualidad se pregunta y busca respuestas, el corazón afirma su presencia procurando guiarnos hacia el encuentro de respuestas con sabiduría.

 

Y ahora, imaginemos un planeta, en el que la vida fluye naturalmente; un mundo en el que nuestras soberbias se silencian dando paso a la humildad y al ser parte de una maravillosa y sagrada diversidad…

Imaginemos un lugar en el que dejemos que la vida se exprese libremente en todas sus formas, sin intervenirla artificialmente… Imaginemos que, al respetar toda la magnífica Creación, es posible vivir en armonía y hermandad, más allá de las diferencias.

 

Tal vez pensemos que es apenas un anhelo o un sueño -como decía John Lennon- Pero presiento que es posible si todos juntos lo intentamos, expandiendo nuestro sentido de responsabilidad, respetando cada ser, cada visión, cuidando, protegiendo… y sobre todo, aprendiendo el profundo sentido de nuestra existencia como parte la biodiversidad.

 

Ha llegado entonces, el momento de SER CONSCIENTES de cada pequeño paso que damos y hemos dado; de cada mínima actitud y acción;  de cada pensamiento e idea acerca de nuestra relación con el Planeta y con toda su sagrada biodiversidad.

 

Es el momento para profundizar nuestra honestidad en la mirada interna; para darnos cuenta cómo es nuestra relación con la vida, en todos sus modos de expresión; cómo son nuestros vínculos interpersonales y con el medio que nos rodea.  

 

Es el momento para buscar la luz-guía en nuestro propio corazón, donde los sentimientos carecen de máscaras, las voces se escuchan claras; donde encontramos las respuestas y donde nacen las certezas y los vínculos auténticos con la vida.

 

Nosotros, seres humanos con libre albedrío, tenemos el derecho inalienable de gozar de una vida plena en este planeta. Somos parte de una abundante y maravillosa diversidad, frente a cual tenemos responsabilidades inherentes a ese derecho adquirido a la vida plena, que nos pide acción con sabiduría en cada instante de nuestra vida.

 

Y cerrando este nuevo ciclo 2015…

Brindo por el encuentro, por la maravillosa diversidad que nos “re-une”, por nuestra sensibilidad, nuestra capacidad de asombro, nuestra flexibilidad para calibrar nuestros recorridos, los movimientos y las pausas, las palabras y los silencios.

Brindo para que el próximo año nos demos la oportunidad de renovar nuestras inspiraciones y continuar nuestra siembra guiados por la Luz Infinita, el Amor Incondicional y la Sabiduría.

 

Esther Mónica Shocron Benmuyal

Descrição: logo bandera roerich image002Embajadora de Paz

Distinción otorgada por Mil Milenios de Paz y Fundación Paz, Ecología y Arte

 

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Ilustrações: Silvana Santos