Estamos sendo lembrados de que somos tão vulneráveis que, se cortarem nosso ar por alguns minutos, a gente morre. - Ailton Krenak
ISSN 1678-0701 · Volume XXI, Número 86 · Março-Maio/2024
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Educação
10/09/2018 (Nº 45) Abrazando nuestra sensibilidad
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“Abrazando nuestra sensibilidad”

Cierra tus ojos y déjate llevar hasta el mundo del espíritu, donde todo es  perfecto, donde todo resplandece, donde la vida es una danza eterna y    armoniosa. Vuela, vuela leve, siendo el mismo aire que te rodea. Inspira musicalmente, profundo, hasta llenarte de la luz que provee la Fuente Infinita.    Y, sobre todo, siente, sólo siente… hasta que tu corazón se una al latido del Universo.

Experimenta el no-espacio/no-tiempo, percibe la eternidad… Cada instante es único e irrepetible. Somos esencia, somos luz, somos TODO. Somos la VIDA!

Dancemos con su ritmo y seamos su canal de expresión, manifestándonos en   Amor Infinito, omnipresente, en cada ser de la naturaleza.

Somos totalidad y unidad. Somos lo que somos porque  cada ser es quien es…

 

Descubriendo nuestra sensibilidad

A lo largo de estos años, desde que iniciamos este sendero compartido  de indagación, búsqueda, encuentros y reflexión, hemos podido ver que somos seres creativos, con un amplio potencial intuitivo, tanto como racional; que somos seres sensibles, con un sinfín de sentimientos y emociones que manifestamos a cada instante, seamos o no conscientes de ello.

Hemos ido explorando nuestra sensibilidad por medio de preguntas, propuestas, prácticas de técnicas creativas, visualizaciones guiadas… hasta experiencias de vida compartidas a través de imágenes visuales y parlantes.

Las inspiraciones se fueron sucediendo unas a otras, con el deseo del corazón de alimentar nuevas inspiraciones, de movilizar nuestro espíritu de búsqueda, de profundizar nuestro campo perceptivo, de expandir nuestra conciencia.

Y seguimos indagando…

 

Alguna vez te preguntaste…

*Qué nos hermana con cada elemento de la naturaleza?

*En qué nos parecemos todos los seres y en qué nos diferenciamos?

*Qué es la sensibilidad?

*Somos sensibles? En qué grado? Para qué nos sirve?

*Cuál es la diferencia entre sensibilidad y sensiblería?

*Por qué peleamos y destruimos?

*Por qué nos alejamos? Qué es lo que produce los desencuentros?

*Para qué existe cada ser en nuestro universo próximo y más allá?

Y las preguntas pueden sucederse infinitamente.

Porque es preguntándonos, que ponemos en movimiento nuestra capacidad de investigar, de meternos en rincones casi ocultos para nuestra atención cotidiana, de explorar la vida –incluso- de modos insólitos y ocurrentes; de conocer, comprender, transformar, trascender.

 

Espejos del alma

La naturaleza está llena de “espejitos del alma” en los que nos vamos reflejando una y otra vez, a lo largo de este maravilloso viaje por la vida. Cada uno de ellos nos va mostrando lo lindo, lo feo, lo que nos gusta y lo que nos disgusta. Son una fuente de provisión continua de información para descubrir nuestra identidad, para reconocernos en nuestra esencia y experimentar esa comunión originaria con toda la Creación.

Pero a veces, un velo misterioso oculta nuestros ojos y no podemos ver el resplandor que emanan esos espejos del alma que vamos encontrando en el camino. Y nos perdemos la oportunidad de descubrir, que esos destellos que apenas se divisan, anuncian la luz que hay en cada ser, capaz de expandirse y trascender las fronteras de las formas.

 

En lo que va de mi viaje por este planeta, he compartido muchos caminos con seres que se convertían en “espejos del alma” para mostrarme aquello que necesitaba “ver” pero que estaba escapándose de mi consciencia. Y aún, continúan apareciendo… (Incluyo en esto a todos los seres planetarios, de todos los reinos)

 

Para reconocer estos “espejos del alma” necesitamos de nuestra sensibilidad. Todos ellos cumplen una misión en la vida: nos reflejan, ponen al descubierto lo que aún no vimos claramente, para que podamos cambiar lo que queremos cambiar y hagamos todo lo posible para lograrlo. Porque… nadie ni nada podrá transformarnos desde afuera; en la vida, cada ser se cambia a sí mismo y lo externo es apenas una chispa de inspiración.

Si apenas tod@s pudiéramos estar conscientes de esto… tal vez nuestra convivencia enraizaría en la energía de la “divina proporción”.

 

Somos sensibles cuando…

*Damos espacio a la voz del corazón

*Nos conmovemos ante las más pequeñas manifestaciones de vida

*Experimentamos empatía con otros seres y percibimos sentimientos propios y ajenos, así como emociones, impulsos, intenciones, deseos.

*Captamos los mensajes del cuerpo y nos damos cuenta que él nos habla, nos refleja, pone al descubierto emociones que se estancaron en lugar de fluir; “nos dice” que hay pensamientos que se vuelven “gubias” y tallan su materia, bloqueando energías vitales…

*“Pescamos” nuestros errores, y -más allá de lo que nos dice nuestra intelectualidad- lo hacemos con la asistencia de la intuición

*Creamos a través de la música, la danza, el arte, las palabras armoniosas y nos expresamos siendo belleza, gratitud, amor, luz

*Notamos la diferencia entre información y sabiduría

*Captamos nuestras incoherencias para transmutarlas en coherencias lo antes posible

*Experimentamos UNIDAD en nuestro micro y macro cosmos

Y podemos seguir enumerando “síntomas de sensibilidad”…

 

Hablar de nuestra sensibilidad, compartir sentimientos

Paz conmigo, Paz con todos los seres, Paz con la Madre Tierra, Paz en el corazón, en la mente y en la acción. Ser PAZ…

Así canta mi corazón “devocionalmente”, y más aún, anhelante de ella, cuando infinidad de imágenes de desencuentros, destrucción, miedos, desamor… desfilan por el día a día, en diferentes partes del mundo en simultaneidad y -a veces- como la sucesión de las cuentas de un collar.

 

Este canto devocional es una melodía del alma, expresada en sonidos y en palabras del corazón, cuando todo el ser está vibrando en comunión con la Gran Fuente dadora de Vida, manantial de Luz y de Infinito Amor. Es un instante misterioso, en el que experimentamos UNIDAD, TRASCENDENCIA, ETERNIDAD… Es un momento único, en el que nos dejamos abrazar por esa Energía que dibuja nuestra silueta esencial,

 

Cuando cantamos, nuestra voz va llenando todos los espacios internos y externos; se expande generando una inmensa burbuja sonora y radiante… Y el alma -siendo UNA con el alma del Universo y con la de cada ser- comienza su danza, libre, en profunda hermandad, siendo manifestación plena de vida y sensibilidad.

 

Por eso, cuando la voz de mi canto nace de esta sintonía, siento que soy la luz de mi alma, expresando abundancia, pureza, belleza, ésa que trasciende los límites de la estética y del pensamiento. Descubro que soy sensibilidad en acción y que con ella, voy tejiendo artesanalmente una red amorosa y vital, que va reuniéndome con aquellos seres con quienes me encuentro en los caminos que recorren mis pies y en los que recorren mi mente y mis sentimientos.

Hablar con el corazón en la mano, resulta entonces, un canto indispensable para nutrir nuestra convivencia cotidiana; es aquella melodía del alma que nos acerca, nos inspira y pone luz en los momentos de oscuridad.

Este diálogo sensible es una danza de palabras que van contando lo que sentimos, lo que nos emociona, lo que ocurre en nuestra mente y en nuestro corazón. A veces ponen pausa, hacen silencio, proponen quietud… Es el momento para procesar hechos, emociones, acciones, actitudes. Luego, llegará el tiempo de compartir nuevamente, cuando nuestro ser sensible nos avise que ya podemos hacerlo.

 

Sigamos andando! Dejemos que nuestra sensibilidad nos vincule para comprendernos con claridad, aceptarnos mutuamente tal como somos y hacer de nuestro camino compartido, un camino de Paz en acción.

 

Llena de esperanza y con la certeza que dan el optimismo y la fe, nos propongo continuar nuestro viaje, hacia una vida planetaria plena y luminosa, cultivando:

 

*Flexibilidad para aceptar lo distinto

*Amorosidad para expresar nuestros sentimientos

*Apertura del corazón para recibir lo nuevo

*Generosidad para compartir conocimientos y humildad para transmitirlos

*Sabiduría para reconocer cuándo hacer, cuándo dejar de hacer; cuándo hablar, cuándo callar; cuándo parar y cuándo volver a avanzar.

*Ternura para el cuidado de un@ mism@ y de los demás seres

 

Y esencialmente, como parte de todo, nos propongo transitar junt@s el camino con alegría, recibiendo amorosamente todo lo que él nos vaya ofreciendo a cada paso.

 

“Si hay música en tu alma, se escuchará en todo el Universo.” (Lao Tsé)

 

Lic. Esther Mónica Shocron Benmuyal ~ Embajadora de Paz ~ 
“Semillas para la Vida”Embajada de Paz ~

Distinciones otorgadas por Mil Milenios de Paz y Fundación Paz, Ecología y Arte

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Ilustrações: Silvana Santos